Hola chic@s hoy os traigo la sexta actividad. Esta actividad consiste en que teniamos que hacer unaunueva versión de un cuento popular. Intentad adivinar el mío.

                 El diario de Gonzalo

Érase una vez una historia del revés: era una mañana soleada, y como siempre el detective de Villa del Prado fue a cortar leña. De camino al bosque visitaba a su amigo Gonzalo, aunque todos le llamaban lobo porque un día una manada de lobos le atacó y le dejó innumerables cicatrices. Cuando el detective se acercó a la casa de su gran amigo se paró en seco. La puerta estaba abierta la cerradura había sido forzada. Entro en la casa y vio a su amigo tirado en el suelo. Pidió refuerzos. Cuando observó  el cuerpo se dio cuenta de que en el cuello llevaba un lazo de terciopelo rojo. En ese momento se dio cuenta de que su amigo había sido asesinado por alguien desconocido pero la verdad es que ese lazo rojo ya lo había visto antes. Inspeccionó la casa en busca de pruebas y, en un cajón encontró un diario escrito por lobo. Se sentó y empezó a leerlo:  querido diario,  me llamo Gonzalo,  aunque mis amigos me llaman lobo. Nunca había escrito un diario pero desde hace unos cuantos días me están pasando cosas realmente extrañas pero no puedo contarlo porque nadie me creería. Hace dos días estaba paseando por el bosque y me encontré a la nieta de la mujer que vive unos kilómetros más arriba de mi casa. Estaba recogiendo unas preciosas flores y me detuve a saludarle. Ella me miró de una forma tan singular,  que incluso en su mirada podía notar odio. Me insultó,  me ignoro y me volvió a insultar. No me iba a pelear con una pequeña niña así que solo le dije que hablaría con su abuelita de esto. Al día siguiente fui a la casa de su abuela para contarle todo lo ocurrido, pero ella negó todo lo que dije porque decía que su nieta era amable,  cariñosa y humilde. Ayer fui al bosque y nada más abrir la puerta me encontré una nota de la nieta de la mujer diciendo que se enteró de lo que le dije a su abuelita y que lo lamentaría por ello, y colgado en el pomo de la puerta me encontré un trozo de terciopelo rojo, era el que ella se ponía en la cabeza. Y por último hoy he ido al bosque y he oído pasos como si alguien me sigues y me he ido corriendo la casa pero antes de cerrar la puerta la he visto, reconocería esa mirada en cualquier parte,  estaba escondida entre los arbustos y solo se dedicaba a mirarme,  estoy muy asustado. El detecyive terminó de leerlo.  se dirigió a la casa de la abuelita para detener a la niña,  pero no estaba.
- Hola, me llamo Mario y soy detective.
-Hola, muy buenas tardes ¿qué le trae por aquí?
-Necesito hablar con su nieta.
- ¿Es usted el hombre que vino el otro día y me contó cosas horribles sobre ella?
-No señora.
-Lo siento te habré confundido es que ese día no llevaba las gafas puestas y no sé bien que vino a mi casa. Ese hombre me contó cosas horribles sobre mi nieta pero obviamente no me las creí. Mi nieta es una buena persona y a pesar de su pasado no le tiene rencor a nadie.

La abuelita le contó la historia de su nieta.
-Hace muchos años mi hija se enamoró de un hombre que venía de vacaciones al pueblo. Se llamaba Gonzalo. Estuvieron saliendo más de dos años y más tarde tuvieron a mi nieta. Como el no era de por aquí,  tuvo qué irse porque su madre se puso enferma,  pero después de eso nunca regresó. Cuando mi nieta tenía ocho años mi hija cayó enferma y murió. Y desde entonces ella vive conmigo.

El detective lo comprendió todo,  la niña era la hija de Gonzalo le había matado porque la has abandonó. Hace cinco meses Gonzalo se mudó al pueblo y seguramente fue para recuperar a su familia. Seguramente, la chica le reconocería por el álbum de fotos de su abuelita. El detective no podía detenerla porque no estaba en la casa,  pero se la encontró en el bosque llorando arrepentida de lo que hizo,  pero ya no había vuelta atrás. Después de eso el detective quedó traumatizado y dejó su trabajo,  a partir de ese día se hizo de leñador.


Mi cuento es el de Caperucita Roja.


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